terminar el trabajo que  tanto esfuerzo le costaba realizar.

 Después de diez o doce horas de andamio, aunque su amor por la Reme fuese muy grande, parece ser que puso sus condiciones para seguir adelante.

 La propuso que dejara la casa de los tíos del general y se fuese a vivir con la madre de ella y así no tendría que hacer el tan agobiante recorrido. A pesar del bofetón…¡este tío le caía bien al general!

 La Reme... ¡ era muy buena, si que lo era!...¡ era más terca que buena ¡

Entre sollozos decía: ¡ ya no me quieres…!,  ¡ tendrás a otra…!

¡ Reme ¡ que me acuesto a las doce de la noche ya rendido y me levanto a las seis, mas rendido aún.

 Las visitas de Canuto a la huerta, se fueron distanciando en el tiempo. La Reme, no cedió ni un milímetro. Los ecos de las broncas se fueron apagando y un día solo se oía el sollozar angustiado de la Reme.

 

 

 

Intercedieron los tíos del general…, no fue posible la  concordia. Ella decía que ya no la quería y el decía que sus…esos, no aceptaban que una petición justa, no fuese tomada en cuenta. Temía lo que pudiese venir, después de casados.

 El general mientras tanto, tenía acorralado a un bando de gorriones y con su tirachinas en las manos, iba diezmando uno a uno al grupo, mientras que una sartén con aceite, esperaba el resultado de la escabechina.

 

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